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Pornocronía 27


Un programa de cuarentena social supone una serie de desafíos para los gobiernos y para las compañías productoras de entretenimientos en tiempos de una pandemia. Tal fue el caso ocurrido en la ciudad de Gral Acha en la provincia de la pampa en Argentina en la ya mencionada Gripe Catódica de 1956 en el que el presidente de facto por solo un mes, el General Gervacio Romay, ordenó a una productora de dicha localidad la realización un proyecto secreto mediático que hiciera hincapié en las relaciones amorosas a distancia, hoy conocidas como sexting. Así nació “Roce de lejos”, un hoy completamente desconocido melodrama televisivo que mezclaba todos los ingredientes de las  telenovelas de la media tarde, pero ejecutado bajo los protocolos de las, por entonces, recientes técnicas de manipulación subliminal, perfeccionadas en el Instituto Argentino del Comportamiento Humano, y con las que se logró que la población de ese pequeño pueblo en la localidad de La Pampa quisiera permanecer en cuarentena por mucho tiempo, incluso más del que exigía la propia cuarentena. Con el descubrimiento en 1998 de las cintas magnetofónicas con las narraciones de los científicos a cargo del proyecto, se pudo comprobar un objetivo aún más secreto y siniestro que el de mantener a la gente a salvo de sus apetitos carnales, este fue el de la extinción total del deseo humano hacia el peronismo, pero al no prosperar la pandemia la investigación fue dejada de lado por dos razones: una, que planteaba a los integrantes del régimen militar hacer la vista gorda a sus principios de decoro y buenas costumbres ante los episodios pornográficos que proponían los guionistas de la novela y dos, que claramente, la adopción del peronismo, va mucho mas allá de un simple y mundano deseo sexual.

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