Ir al contenido principal

Pornocronía 36

 


Un día como hoy de 1920 fallecía en Nápoles Novena Maga-donna, la mundialmente amada y reconocida jugadora Italiana de futbol soft-porn  que llevó a su país a obtener el cuarto título mundial de 1954 y tras su pase al Club Tiramissu, en la empobrecida región del Chaco boreal argentino, logró llevar al podio de la gloria deportiva a dicha institución y a sus fanáticos tras ganar tres campeonatos regionales, dos nacionales y la copa América de 1958. 

Además, Novena era idolatrada, según consignó el escritor genovés Alexandro Molina en su obituario del diario Napoli è Successo, por millones de personas al rededor del mundo, ya que “la Maga”, como cariñosamente la llamaban quienes se identificaban con su humilde origen social, conquistó los corazones de muchos pueblos con  sus hazañas futbolísticas ante las potencias imperiales, a quienes hasta les llegó a hacer, en la final del mundo un gol con la mano (quedándole el sobrenombre de "la mano de Fafá"), como así también por sus memorables desplantes hacia los poderes y los poderosos de su época.

Hoy muy pocos recuerdan las historias de La Maga, su nombre quedó perdido en la novela de un escritor belga y en alguna canción de antaño, también de su gloriosa y erótica magia con la pelota y sus muchas caídas en las impiadosas garras de la dependencia a las drogas estenopeicas provistas por la mafia chaqueña ya nada queda. Y aunque de su paso por este mundo apenas pueden encontrarse algunas animitas perdidas a los costados de las rutas del norte argentino y las napolitanas, si uno presta atención podrá escuchar las estrofas de un antiguo rezo pagano que la recuerda como la diosa encarnada demasiado humana, que supo ganarse el clamor popular al son de un solo y sentido grito tribunero: "Magadooo!! Magadooo!!, Magadooo!! Magadooo!!".

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Pornocronía 38

El cierre de la edición número 1 del prestigioso anuario de “Pornocronías” de 1920 a cargo de la afamada dramaturga y promotora del desnudo políglota, la Italiana Nicodema di Auguri , también conocida como “ La donna nuda dal l'underwood ”, es uno de los tantos misterios que rondan los muros de la redacción del trágico pasquín. En dicho texto, Nicodema, además de lograr una de las crónicas más descarnadas del terrible año 20 en el que a la humanidad no le faltaron pandemias, crisis sociales, naciones compitiendo por una vacuna y sobre todo innumerables teorías conspirativas, consiguió en sus últimos párrafos sentar las bases de una teoría del apocalipsis que, aún hoy, y de no ser por su misteriosa desaparición y porque la estudian científicos en todo el mundo, podría decirse que es  como menos descabellada.  En el escrito, la erudita aseguró que todas las cosas ocurridas en ese fatídico año no fueron más que la condición binaria de la realidad conocida en su entrelazamiento cu...
2 comentarios
Leer más

Pornocronía 8

De las tradiciones más excéntricas de Europa del Este podemos mencionar la doma porcina, una de las prácticas mas antiguas de la ciudad de Zaporiyia en Ucrania. De aquella competencia, los más ancianos narran aún las historias de las imbatibles hermanas Aloysha e Irina Polyakova, quienes entre 1908 a 1914 fueron las indiscutibles campeonas en la ciudad y en los certámenes regionales. Cabe mencionar que el secreto de las hermanas nunca fue develado, aunque algunos sospechan que sus victorias se debían a la simpática Aloysha y su destreza con los pies, con los que realizaba unas placenteras caricias en el hocico del animal mientras era montado.
Publicar un comentario
Leer más

Pornocronía 25

A Guillermina Nacht, hija del famoso escultor Bávaro Eduard Nacht, poco le importaban las consecuencias de la temida influenza prusiana de 1894. Su espíritu libertario, unido a sus estudios en las incipientes ciencias de la epidemio-morfología corporal  la llevó a combatir la pandemia con todas las armas a su disposición, a saber: las provenientes de la medicina, como así también una amazónica actitud de guerrera huna, herencia de las practicas en el estudio de su padre como modelo de sus esculturas. Wilhem Roche, colega suyo del Hospital General de Baviera recordaba en un diario intimo encontrado en 1995: “a veces nos asustábamos de la bravura de Guille (como le decíamos) e incluso llegábamos a sospechar de sus estabilidad psíquica, pero los excelentes resultados con sus pacientes demostraban que no estaba para nada equivocada y que evidentemente, al virus lo espantaba su inquietante bravura”.
Publicar un comentario
Leer más