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Pornocronía 14

En el año del dragón en China el 7 de noviembre de 1952 en la provincia de Wujan la famosa bailarina Princesa Wang del Club nudista Mao amaneció en una estado de excitación incontrolable tras haber sido, según sus propias palabras, visitada por los dioses chinos de la clarividencia y particularmente por Li T´hei Kuai , protector de los enfermos. El dios Kuai le habría predicho que en un futuro próximo se extendería desde esa ciudad hacia el mundo una epidemia, y que dicha enfermedad estaría asociada directamente a su nombre artístico. Ante semejante profecía, la princesa, tras adquirir una máscara de gas del ejército revolucionario, progresivamente fue aislándose de todo y de todos a su alrededor. Al principio los clientes del club festejaron la innovación artística y performática de la princesa, que culminaba sus actos desnuda y ataviada con su inseparable máscara, pero con el tiempo, incluso el Sr Hun, dueño del bar,  intentó en vano convencerla de que se trataba tan solo de un sueño estúpido. Pero la princesa jamás escuchó las voces de alarma y por la poca alimentación que podía ingerir con aquel adminiculo fue minando progresivamente su salud hasta acabar con su vida tres años después de aquel fatídico sueño. De la epidemia profetizada nunca se supo nada hasta comienzos del año 2020 en que todos pudimos conocer al virus que muchos años antes le había arrebatado la corona a la hermosa princesa a cambio de una inútil máscara de gas.

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