Las pandemias mundiales han sido situaciones que han precipitado algunas de las proezas científicas mas importantes y con ello promovido figuras que por sus características sobresalen heroicamente. Tal es el caso de Josephine Cienfuegos, investigadora en neuro-ciencias de la Universidad de Minesota en Estados Unidos. Su historia, sin embargo, resulta ser un vergonzoso borrón en la historia médica contemporanea, posiblemente por su condición de negra y mujer, y que hoy, gracias al infatigable trabajo de un grupo de investigadores, podemos conocer. El 14 de marzo de 1957, en el pequeño condado de Hennepin, en la ciudad de Mineápolis, aconteció la terrible influenza de la triple “K”. Su principal y devastadora consecuencia eran una serie de fiebres cromáticas que, progresivamente, le inducían al afectado una terrible aversión a los tonos oscuros. Entre estos, se encontraba el de la piel de las personas negras. Tras mucha investigación e interminab...